Esta mezquita es bastante atípica porque se encuentra en los bajos de un edificio. Consta de un gran espacio abovedado con un laberinto de columnas blancas y gruesas, forradas de madera en su parte inferior. Es una especie de gran bodega convertida en mezquita. De hecho, parece ser que fue la parte más baja de una torre o castillo, probablemente del famoso castillo bizantino al que se agarraba uno de los dos extremos de la cadena que cerraba el Cuerno de Oro cuando la ciudad era asediada.
Estuve deambulando entre las columnas unos minutos y, a la salida, volví a encontrarme con el hombre que pedía, que era muy buena persona.